Por qué un ave de los Esteros del Iberá despierta la atención de científicos del mundo

El capuchino Iberá, un ave de 8 gramos, continuará en la mira de investigadores y guardaparques por lo menos hasta el 2030.

Ecología 14/04/2021
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El capuchino Iberá, un ave que concentra las miradas de la comunidad científica

Su nombre científico es Sporophila Iberaense, es comedor de granos y tiene como único lugar para su reproducción los Esteros del Iberá. Es considerado "un valor focal” para el Parque Nacional Iberá creado en el 2018 y que se extiende en poco más de 183.000 hectáreas. 

El capuchino Iberá es una especie estudiada por investigadores de Argentina, Estados Unidos y Brasil, quienes hallaron pistas para comprender cómo surgen las nuevas especies en el reino animal.

Es un caso de estudio muy particular para investigar cómo funciona la formación de especies sin que se establezca previamente una barrera geográfica entre poblaciones. Es pariente cercano del ave capuchino canela. Pero a pesar de que comparten territorio, los individuos de ambas especies de aves saben distinguirse entre sí a la hora de buscar pareja, a través del canto y del plumaje.

"En nuestro plan de gestión en el que se establecen los valores que queremos conservar -especies, paisajes, recursos culturales que pueden ser materiales o inmateriales- la sporophila fue elegida como foco de trabajo para los próximos 10 años del parque", precisó el responsable del Parque Nacional Iberá, Daniel Rodano, a la agencia Telam.

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Explicó que existen "unas 15 especies de capuchinos identificados que conviven en más de un millón de hectáreas", la Sporophila en particular saltó a la fama mundial tras la publicación en la revista científica Science de una investigación en la que participaron Adrián Di Giacomo y Cecilia Kopuchian junto a expertos de EEUU y Brasil.

Di Giacomo, doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y al frente del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal), ubicado en Corrientes, detalló "nos dedicamos a estudiar especies en peligro de extinción y aspectos de conservación como la identificación de áreas claves para conservación y creación de áreas protegidas", durante una entrevista. 

“Pudimos estudiar un proceso de formación de especies en las aves que es algo muy difícil de abordar. Los capuchinos de diferentes especies viven en los mismos sitios y casi no tienen diferencias genéticas, entonces podrían cruzarse entre sí y tener descendencia fértil. Sin embargo, descubrimos que, a pesar de ello, se mantienen aislados entre sí, utilizando el canto y el plumaje. Las hembras seleccionan machos con un tipo de canto y coloración, por eso es un mecanismo denominado de selección sexual. El mecanismo de evolución clásico de formación de especies es el de la selección natural", agregó. 

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El investigador explicó que el Capuchino Iberá es una especie de ave descubierta por la ciencia en el 2016 en los Esteros del Iberá, lo cual es un hecho destacado pues se descubren unas 5 a 6 especies nuevas de aves para la ciencia cada año. En Argentina el Macá Tobiano es la especie anteriormente descubierta en 1974 en las mesetas de Santa Cruz. Estudiamos a las aves de los Esteros del Iberá desde hace varios años, incluida esta especie, ya que los pastizales naturales están en disminución a nivel mundial, y el Iberá es un lugar donde se encuentran muchas poblaciones de aves en peligro de extinción.

El Capuchino Iberá es una especie de ave descubierta por la ciencia en el 2016 en los Esteros del Iberá.

Di Giacomo precisó que la importancia en particular de los capuchinos Iberá radica en que son “una especie de distribución muy restringida y toda su población conocida se reproduce cada año después de la migración, en los Esteros del Iberá. Se encuentra amenazada, es además un miembro del grupo de los capuchinos que son aves muy interesantes desde el punto de vista del estudio de los mecanismos de la evolución, comparables, por ejemplo, a los pinzones de Darwin que habitan las islas Galápagos y que son un modelo para el estudio de estos procesos de formación de especies. En nuestra reciente publicación en la revista Science proponemos un mecanismo de la formación de especies en los capuchinos que opera a través de la selección sexual que realizan las hembras”, amplió. 

“La biología de la conservación tiene un propósito que va más allá de ampliar el conocimiento científico sobre los problemas que afectan a la biodiversidad, sino que se propone buscar soluciones y ponerlas a prueba. Por eso mi trabajo de investigación se enfoca en determinar las causas de la perdida de biodiversidad en nuestros ecosistemas, en especial las aves de pastizales naturales, y evaluar o experimentar estrategias y proyectos para evitar esa pérdida a través de acciones de manejo de hábitat, o de las poblaciones de las especies”, finalizó el experto. 

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